martes, 14 de abril de 2009

Bolivia: Hasta la próxima conspiración



Si algo quedó evidenciado durante las últimas jornadas en Bolivia, fue la escasa vocación democrática de la oposición al proceso de cambio liderado por Evo Morales.
El pasado sábado, el presidente había cedido en la pretensión opositora de armar un nuevo padrón electoral para realizar las elecciones del 6 de diciembre, el domingo pareció que el camino para la aprobación de la ley quedaba habilitado, incluso el diario La Razón, que se caracteriza por su férreo combate al proceso de cambio tituló el domingo: “Evo acepta nuevo padrón y allana la vía a la ley electoral”.
Pero la oposición tenía otras cartas bajo la manga, y cuando comenzó la sesión el lunes, nuevos señalamientos para evitar presentarse a las elecciones; nuevas excusas sería más exacto decir.
Primero pidieron que se legalicen los estatutos autonómicos que algunos departamentos organizaron de manera ilegal el año pasado, y hay que decir que esos famosos estatutos fueron aprobados con el padrón electoral con el que ahora se negaban a ir a elecciones. Y hay que decir también que ese padrón demonizado lo armaron durante la etapa neoliberal y que las autoridades de las cortes departamentales que organizan los procesos electorales también responden a los partidos neoliberales. Pero pese a todo esto la oposición no quiere someterse a las urnas, pues con todas esas ventajas, igual saben que pierden.
En la tarde del lunes el oficialismo se negó a legalizar los estatutos, y entonces la oposición pretendió marginar del voto a miles de bolivianos pobres cuyo único documento es la libreta militar, todo esto para evitar que puedan ejercer su derecho a elegir a sus autoridades, por supuesto que la inmensa mayoría de estos bolivianos pobres que pretendieron marginar apoyan a Evo Morales.
Las idas y vueltas ante tantas excusas para evitar las elecciones se hicieron tan absurdas, que los huelguistas que estaban en el palacio presidencial, declararon enérgicamente que si no se aprobaba la ley durante lo que quedaba del lunes, el martes sería cerrado el congreso por los movimientos sociales, que fueron convocados a la plaza Murillo de La Paz (donde se encuentra la sede del gobierno y el congreso boliviano).
Finalmente la ley se aprobó a las 4 y cuarto de la mañana del martes, pero estos hechos abren nuevamente el debate sobre el papel de la oposición boliviana.
Desde la llegada al poder de Evo Morales en 2006 han hecho lo imposible por acabar con su gobierno, primero quisieron frenar la asamblea constituyente, y lo cierto es que casi logran su objetivo de evitar una nueva constitución que recién pudo ser aprobada en enero de este año.
El año pasado se lanzaron a la aventura de votar estatutos autonómicos sin el permiso del gobierno central ni del organismo electoral nacional, cuando aprobaron por amplio margen la autonomía de Santa Cruz (el departamento más rico del país y el principal foco de oposición al gobierno), se sintieron tan fortalecidos que impulsaron el referéndum revocatorio contra el presidente Morales. Estaban convencidos de que lo vencerían.
Luego de perder ese referéndum por paliza (recordemos que Morales fue ratificado en agosto pasado con el 67 por ciento de los votos), iniciaron un proceso sedicioso que incluyó la quema y el saqueo de oficinas públicas en Santa Cruz, (durante la jornada destruyeron las oficinas de la radio estatal) y la tristemente recordada masacre de campesinos en Pando. También atentaron contra gasoductos para bloquear las exportaciones de gas y ahogar la economía del país.
Sólo la masiva movilización campesina, que cercó literalmente la ciudad de Santa Cruz, logró aplacar la intentona golpista.
Desde entonces y hasta los últimos hechos, parecía que la oposición había entendido que debía respetar la voluntad de las mayorías, pero en estos días han demostrado nuevamente sus intenciones desestabilizadoras.
Han fracasado nuevamente y creo que ahora la pregunta, es sí la oposición finalmente asumirá el papel que le corresponde dentro de las reglas democráticas, o si insistirá en su intención de negar el proceso de cambio que se destaca una vez más, goza del respaldo de la mayoría de la población boliviana.
El pasado domingo, el presidente Morales denunció planes de magnicidio organizados por la derecha fascista y alentados por la embajada de Estados Unidos.
El mismo domingo por la noche pasé caminando por la puerta de esa legación en La Paz y me detuve a observar su enorme infraestructura de concreto. La embajada debe ser por lo menos 10 veces más grande que cualquier ministerio boliviano.
¿Por qué es necesario un edificio tan grande?
Lo primero que me vino a la mente fue pensar que desde allí sólo se pueden hacer dos cosas: gobernar o conspirar.
Hasta el 22 de enero de 2006 (cuando asumió Evo Morales) desde allí designaban ministros y militares, es decir, gobernaban. Desde entonces, por supuesto, no les queda otra que conspirar.

martes, 7 de abril de 2009

Corea del Norte lanzó su satélite, ¿y qué?

En Corea del Sur protestaron contra el lanzamiento

Corea del Norte lanzó un satélite artificial y esto causó alarma en EEUU, en Corea del Sur y en Japón; pero para las corporaciones mediáticas que inundan de estímulos noticiosos a todo el mundo, la preocupación no es de algunos países, es de toda la comunidad internacional.
Como siempre pasa, si algo no le gusta a Estados Unidos y a algunas potencias, nos quieren hacer creer que no le gusta a nadie.
Eso reportan las agencias internacionales, y los medios privados lo repiten como loros. En Bolivia por poner sólo un ejemplo, el diario privado La Razón, dice sin ninguna razón: "Cohete norcoreano inquieta al mundo", y luego ocultan la verdad, ya que no dicen que EEUU convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para condenar a Corea del Norte y no logró el consenso necesario.
¿Qué quiere decir esto?
Obviamente que es mentira que el mundo esté inquieto, como nos lo quieren presentar estos medios.
Es evidente que las agencias internacionales mienten al presentar una noticia que repite lo que se ordena pensar desde Washington.
Es interesante evidenciar que la inmensa mayoría de los medios nos ofrece la versión de estas agencias al pié de la letra, es casi imposible encontrar una alternativa informativa dentro de lo que son los medios masivos de información.
Reuters por ejemplo (todos sabemos que es una de las agencias más importantes del mundo), envía un despacho con un subtitular que dice "Condena Mundial", y cuando uno lee la información, las únicas condenas que encuentra son de Corea del Sur y de Francia, luego declaraciones de China y Rusia que llaman a la moderación y en ningún momento expresan condena.
¿Cómo no creer luego que esta agencia (como lo han denunciado algunos periodistas y analistas) obedece a la política exterior de Estados Unidos?
No es posible que ningún periodista serio escriba que hay una condena mundial sobre un hecho y al citar los países no pueda contar a más de 3 ó 4, e incluya en la lista a otros que ni siquiera emitieron tal condena. Eso tiene una intencionalidad política más que evidente. Hacernos creer a todos algo que no existe porque es lo que le interesa a determinado gobierno o sistema. Eso obviamente que es hacer política y no periodismo.
¿Cómo explicar que Corea del Norte no pueda lanzar un satélite o incluso probar un misil de largo alcance, si quién lo condena (EEUU) tiene 439 satélites en órbita (98 de ellos para uso específicamente militar)?
¿Alguien puede argumentar que Corea del Norte es más peligroso que Estados Unidos?
Con alguno de esos 98 satélites militares que EEUU tiene en órbita, el gobierno de Obama planeó el ataque teledirigido que el último sábado provocó la muerte de 3 mujeres y 4 niños en una aldea de Pakistán, pero eso no inquieta al mundo ni a nadie (¡y eso que cuesta la vida de seres humanos!).
La semana pasada, Obama declaró que continuaría bombardeando Pakistán en el marco de su guerra contra el terrorismo. Entrevistado en el programa Face the Nation, que emite la cadena CBS, afirmó (atención con esta declaración): "Perseguiremos a los extremistas en suelo paquistaní e iremos tras ellos".
Una semana más tarde ante el lanzamiento norcoreano, Obama opinó desde Turquía que "es el momento de dar una respuesta internacional fuerte. Corea del Norte debe saber que el camino de la seguridad y el respeto nunca se hará mediante amenazas y armas ilegales".
Todo esto parece un chiste, y de muy mal gusto por cierto. El 29 de marzo el gobierno paquistaní acusó a Estados Unidos por violar su soberanía con los ataques teledirigidos, pero el mismo día Obama le declaró a la CBS que los ataques continuarán (como si estuviesen matando vecinos de una esquina de Detroit, y no ciudadanos de un tercer país soberano).
De paso están matando ciudadanos indiscriminadamente, o sea, eso es la pena de muerte sin juicio previo, lo que viola todas las leyes internacionales, pero de eso nadie se preocupa por supuesto.
¿Lo de Obama sobre Pakistán no es una provocación y una búsqueda de la seguridad mediante una amenaza, tal como se le acusa a Corea del Norte?
¿Amenazar y bombardear a un país soberano como Pakistán, es el camino de respeto que Obama le está exigiendo a Corea del Norte?
¿Qué opinaría Estados Unidos si Venezuela bombardea Miami para matar al terrorista Luís Posada Carriles, y de paso en el ataque mata a unos 10 ó 15 civiles, la mayoría de ellos niños y mujeres?
Nadie se confunda, pues no es otra cosa lo que hace Estados Unidos en Pakistán y Afganistán por lo menos -siendo muy conservador- una vez por semana y bajo la administración del afroamericano musulmán Obama.
El presidente de Estados Unidos le dice a Corea del Norte que "el camino de la seguridad y el respeto nunca se hará mediante amenazas y armas ilegales". Vaya revelación, por qué no le dice lo mismo a Israel, está más que comprobado que en la última agresión contra la Franja de Gaza han utilizado bombas de fósforo blanco contra una zona densamente poblada, algo que esté expresamente prohibido por las convenciones internacionales; pero Obama no ha dicho ni mu. Y mucho menos sobre las mismas armas que su ejército utilizó en Irak.
Son ellos quienes masacran y construyen su noción de seguridad y respeto en base a amenazas y armas ilegales.
Como decía, todo esto es el chiste de peor gusto que he escuchado en lo que va del año.
En el ataque contra la Franja de Gaza, también entraron en escena los satélites de uso militar, le sirven a Israel para ubicar objetivos y atacar a los palestinos, a veces fallan y así mataron a más de 400 niños. Pero ni a Estados Unidos ni a Obama, la cuestión le pareció una provocación ni se pidió ninguna "enérgica respuesta de la comunidad internacional".
¿No les da vergüenza? ¿Y a los periodistas que repiten como loros ese discurso tampoco?
¿Cómo puede ser que se nos presente esta prueba norcoreana como algo mucho más peligroso y provocador que la muerte de 400 niños?
La ONU tiene 192 Estados miembros (y es un organismo que no goza de gran credibilidad, ya que muchas veces va de la mano con la política exterior de EEUU) pero ni siquiera en ese contexto ha podido prosperar la condena contra Corea del Norte.
Es que China y Rusia tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad y ninguno avaló la postura de EEUU. El presidente del comité parlamentario ruso de Relaciones Internacionales, Konstantin Kosachev, consideró que carece de sentido la sesión extraordinaria convocada por el Consejo de Seguridad. Claro que esto lo reportó la agencia cubana Prensa Latina, a las demás agencias internacionales que hegemonizan el discurso se les pasó de largo y con ellos a todos los miles de medios que las reproducen. Conclusión, nadie se entera de lo que dijo el representante ruso y ellos pueden presentar como más verídica su versión de la comunidad internacional inquieta y la condena mundial.
Está clarita su forma de difundir la información, simplemente se censura lo que no les conviene políticamente y con esa base se construye la mentira.
Para hacer de este sistema algo más sensato, habría que cerrar todas las agencias y centralizarlas en una, la agencia del Estado estadounidense, así la cosa estará más clara, los medios que siempre publican la visión de Washington seguirían trabajando igual y todos contentos. Al final de cada nota pudieran escribir "esta es la interpretación noticiosa del gobierno estadounidense". Así se terminaría de una vez el cuento chino de la prensa libre e independiente.
Mientras tanto a los medios habría que pedirles un mínimo de sensatez, que no nos mientan más diciéndonos que el mundo está inquieto por el lanzamiento norcoreano. Aunque Estados Unidos y algunas potencias estén preocupadas, es evidente que estos países no representan al mundo entero ni se los debería llamar comunidad internacional.
Sin hacer ninguna valoración política del gobierno de Corea del Norte, hay que decir que este tiene tanto derecho como cualquiera a llevar adelante su desarrollo tecnológico científico y/o militar.
Tal cual lo afirmó el vocero de la cancillería iraní, Hasan Qashqavi, en declaraciones que suenas tanto más sensatas que las que provienen desde Washington: "Irán tiene el derecho legítimo a disfrutar la tecnología espacial para fines pacíficos cumpliendo las reglas internacionales y cree que ese derecho le asiste también al resto de los países del mundo."
Me resisto a creer, como quiere hacerme creer el gobierno estadounidense y el engranaje cultural brillantemente construido por ellos, que los únicos que tienen derecho a lanzar satélites o misiles son ellos mismos o sus amigos, ellos que lanzaron la bomba atómica contra civiles japoneses desarmados, que son los mismos que en nombre de la democracia asesinaron a millones de vietnamitas e iraquíes, que son los que lo hicieron utilizando armas químicas prohibidas por la legislación internacional. Ellos que son los mismos que le vendieron esas armas a Israel y que son los mismos que no dicen nada ante el uso de las mismas contra el indefenso pueblo palestino y contra las propias dependencias de la ONU dentro de esos territorios.
¿Todo esto no es más inquietante y más merecedor de una enérgica condena internacional que la prueba de lanzamiento de un satélite?
¿Estamos todos locos?
Sigo sin entender cómo es que tenemos que vivir siempre aterrados ante la terribles amenazas de Corea del Norte o Irán -que al final nunca atacan a nadie-, mientras las matanzas reiteradas y continuas que ellos perpetran transcurren entre la más absoluta indiferencia.
No creo que valga la pena aclarar que gran parte de todo esto se lo debemos agradecer a la gran prensa libre e independiente, pero igual lo hago.