Venezuela entró en campaña esta semana, recordemos que el próximo 26 de septiembre se elegirán los integrantes de la nueva Asamblea Nacional en la que las fuerzas chavistas se juegan su hegemonía, tal cómo lo definió el jefe de campaña del Partido Socialista Unido de Venezuela, Aristóbulo Istúriz, quien afirmó la necesidad de conseguir una mayoría absoluta -ya que según sus propias palabras- podría darse un escenario en el que el oficialismo pierda aún ganando las elecciones. Esto ocurriría si la victoria es por poco margen y la oposición se adueña de una buena parte de los escaños.
Dirigentes socialistas ya han alertado sobre las intenciones de la oposición venezolana en el sentido de promover un proceso de desestabilización desde la asamblea, al mismo estilo de lo sucedido en Honduras con el ex presidente Mel Zelaya.
Si bien la realidad del proceso venezolano es muy diferente a la del hondureño, sería ingenuo negar que la oposición llegará al parlamento, aún en minoría, con la voluntad de ponerle punto final al gobierno bolivariano.
Una de las principales fichas del antichavismo es María Corina Machado, quien dirigía una organización no gubernamental que se destacó por su permanente denuncia de fraude en el sistema electoral venezolano. Machado debe haber sido la única dirigente de una ONG que fue recibida en la casa blanca y de manera pública por el ex presidente George Bush. Financiada por la derecha de Washington desde hace muchos años, ahora Machado abandonó su fachada de ONG para lanzarse como candidata de la oposición.
En definitiva estas elecciones son importantes para toda la región, la revolución bolivariana es un foco de ilusión para movimientos y gobiernos progresistas en toda América Latina, si se deteriora nos afectará simbólicamente a todos, y si goza de buena salud será una motivación para seguir activos en la construcción de sociedades más justas.
sábado, 28 de agosto de 2010
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