domingo, 22 de marzo de 2015

Adrián Oliva: ¿Un pescado podrido de la CIA?

Una celebración en la sede de una legación diplomática de una de las potencias occidentales en La Paz, es el epicentro del nacimiento de esta historia. Adrián Oliva camina por los parques y dialoga con los invitados mientras de manera totalmente inesperada un diplomático de otro país central que no conocía se me acerca. Me comenta que es asiduo televidente del programa de televisión que conduzco en el canal Abya Yala y me pregunta si conozco a Oliva. Le respondo que sí, que he seguido su desempeño como diputado opositor; el funcionario me corta secamente para iniciar una descarga en contra del actual aspirante a la gobernación de Tarija. Los relatos giran en torno a la desesperación de Oliva en recaudar fondos para distintas acciones y viajes en un par de las embajadas de esas potencias. Al diplomático se lo percibe molesto. Yo asiento haciéndome el distraído y no emito juicio de valor alguno. Terminada la celebración me quedo pensando; ¿por qué la bronca en contra de Oliva, quien debería ser su aliado? ¿Por qué se acerca a mí -un periodista editorialmente identificado con el proceso de cambio- a brindarme todos esos insumos? Ahora ya no seguiré la carrera de diputado como un opositor más, comienzo a investigar su trayectoria. Y para confirmar muchos de los datos recibidos en esos jailones parques de la embajada, no hace falta acceder a documentos desclasificados de Washington (aunque por supuesto no estaría de más), basta con dedicarse varias madrugadas al Google. Adrián Esteban Oliva Alcázar nace de madre peruana y padre tarijeño, el 1 de noviembre de 1978. Desde muy joven destaca como dirigente político, durante su etapa de estudiante (abogacía) en la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) lidera la Federación Universitaria Local (FUL). De su etapa como dirigente estudiantil algunas fuentes lo vinculan al MIR, otras al MNR y más precisamente a Carlos Sánchez Berzaín. Su primera experiencia fuerte en el ámbito político la asume bajo el mandato de su gran padrino (hoy traicionado), Mario Cossío. Su gestión junto al Prefecto lo catapultan al ámbito nacional. El 15 de septiembre de 2004, a sus 26 años de edad, Adrián Oliva es designado viceministro de Régimen Interior. Estas características, como veremos más adelante, terminarán costándole el alejamiento de sus propios y radicales camaradas anti Evo Morales. El 2 de septiembre de 2005, ya bajo el gobierno de Rodríguez Veltzé, Oliva deja el viceministerio y regresa a Tarija para asumir el cargo de asesor principal de Cossío. En los hechos opera como el Ministro de Gobierno de la prefectura, desde donde asume un rol fundamental en la organización de la violencia fascista y separatista en contra de los campesinos simpatizantes del MAS. Las denuncias periodísticas que lo involucran durante esta etapa a una red clientelista y corrupta ligada a la construcción de caminos, no alcanzaron para inquietar a la justicia. Cuando Cossío cae en desgracia, Oliva no pierde el tiempo, finalmente lo traiciona y busca un nuevo aliado circunstancial, Manfred Reyes Villa, otro de los patrones regionales demasiado ligados a Washington. Convergencia Nacional le permite llegar a la Asamblea Plurinacional. Oliva terminará asumiendo la jefatura de la bancada de CN. El financiamiento de Washington Adrián Oliva destaca como dirigente ultraderechista desde muy joven, su llegada al Ministerio de Gobierno le sirvió para trabar íntima relación con la embajada de Estados Unidos, que para esa época dominaba todos los resortes de la política local y con mucho más celo lo relativo a la seguridad. Oliva, dice un funcionario de aquella época, parece una copia del Zorro Berzaín en cuanto a su gusto por el contacto con los servicios de inteligencia estadounidenses, que pronto lo identifican como uno de sus potenciales aliados y comienzan a formarlo en tal sentido. Con el correr de los años su definida identificación ultraderechista se mezclará con un apetito desmedido por el dinero, que finalmente derivará en la construcción de una aceitada miniestructura, mediante la cual Oliva recibe financiamiento de fundaciones tapaderas de la CIA, para transformarse en un destacado agente regional que viaja incesantemente por todo el globo para operar en contra de los países de la integración suramericana. Si Ud. revisa la cuenta de Twitter de Oliva, verá que se presenta como “abogado, político y activista de Derechos Humanos” En realidad, la defensa de los Derechos Humanos nunca formó parte del universo de Oliva. En su creativo pragmatismo, el joven descubre que la mejor manera de conseguir fondos de los Estados Unidos, es levantar la bandera de los DD.HH. y así logra posicionarse ante la ultraderecha continental durante el último lustro. Vale la pena reflexionar acerca de cómo aprehendió ese “know how” y quienes son los referentes con los que se identifica. En alguno de sus interminables viajes, imposible de establecer por este autor, Oliva trabó relación con el venezolano Alejandro Peña Esclusa -un extremista de derecha que tras ver frustrada su carrera política- pretendió volcarse a la vía terrorista para derrocar a la Revolución Bolivariana. Peña Esclusa conformó en 2008 una organización llamada UnoAmerica, con la pretendida intención de desestabilizar a los gobiernos progresistas de todo el continente. Entre las acciones más destacadas de UnoAmérica, puede encontrarse el apoyo irrestricto al separatismo en Bolivia y al golpe de Estado contra José Manuel Zelaya en Honduras (Peña Esclusa fue condecorado por el dictador Micheletti). En julio de 2010, Peña Esclusa fue detenido en posesión de 900 gramos de explosivo estadounidense C-4, después de haber sido delatado por un colaborador del terrorista internacional Luis Posada Carriles, capturado en Venezuela. Adrián Oliva se convirtió en uno de los principales lobistas en defensa de Peña Esclusa. http://fuerzasolidaria.org/?p=4274 Uno América - APDA UnoAmérica, militante del separatismo en Bolivia –están establecidos contactos entre esta organización y la célula terrorista de Rosza-, es la organización rectora de la Alianza Parlamentaria Democrática de América (APDA), un proyecto ideado para reunir a parlamentarios de marcada tendencia derechista y antibolivariana en todo el continente. Su creador y presidente es nada menos que Adrián Oliva, quien debido a esa importante responsabilidad ha pasado sus últimos años viajando a cuanto foro ultraderechista tenga lugar en el mundo. A Oliva puede descubrírsele en Washington denunciando las violaciones a los Derechos Humanos en Bolivia ante la OEA; acusando a Venezuela por el mismo tema ante la Corte Penal Internacional; acompañando durante una campaña presidencial de Capriles a la ultraderechista María Corina Machado en Caracas; o en Buenos Aires acusando a Nicolás Maduro de cometer delitos de lesa humanidad. La agenda de la CIA de cabo a rabo. El candidato a la gobernación de Tarija también aparece en Europa junto a las Damas de Blanco denunciando los atropellos de la Revolución Cubana en otros foros siempre ligados a los servicios de inteligencia estadounidenses. En febrero de 2013 aparece retratado en una jornada de “oración” por Obama en Washington. APDA es su fachada ideal y los fondos fluyen, la inteligencia estadounidense goza en publicitar a representantes foráneos que defiendan sus intereses en distintos escenarios (muchos pagados por ellos mismos). El manejo discrecional de fondos non sanctos (en realidad son de la CIA) fue lo que determinó el desprecio de sus propios compañeros de bancada. El 28 de mayo de 2013 su colega diputado de Convergencia Nacional, Osney Martínez, inclusive lo hizo público en los siguientes términos: “No sé si hemos elegido un jefe de bancada o un ministro de Relaciones Exteriores”. Sobre la conducción del partido se refirió genéricamente pero en obvia referencia a Oliva: “pueden viajar con absoluta facilidad al interior y exterior con recursos dudosos en el entendido que nadie sabe de dónde sacan dinero para costearse viajes al exterior”. Estas actitudes de Oliva, su negación a democratizar entre sus colegas los fondos de Washington, y su afán de convertirse en el único líder opositor a Evo Morales, le terminó costando la expulsión de Convergencia Nacional. Entrevistada para esta investigación, su antigua colega de Convergencia Nacional Norma Piérola lo denunció por corrupto en el caso de los llamados “ítems fantasmas”, reveló que ella acostumbraba a llamar a Oliva como “Embajador” ya que sus viajes eran incesantes y posteriormente declaró: “Siempre lo hemos visto más de paseo afuera, no sé de donde sacaba los recursos. No creo que responda a las verdaderas expectativas y necesidades de Tarija, toda vez que no le veo consecuente con lo que él mismo predica.” Oliva – Separatismo Prestigiosos especialistas en temas de inteligencia como el canadiense Jean Guy Allard, relacionan a Oliva con el prófugo Hugo Achá, financiador de la célula terrorista de Eduardo Rozsa desde otra organización de Derechos Humanos que funge como tapadera de la CIA, la Human Rights Foundation. Si bien no existen otras fuentes documentadas que puedan confirmar la relación entre Achá y Oliva, ya se dijo que Oliva fue uno de los principales operadores separatistas desde la Prefectura de Tarija, por lo que sería lógica su interacción con Achá, pues además ambos mantienen relaciones íntimas con UnoAmérica. Adicionalmente puede observarse que el actual candidato a la gobernación de Tarija adoptó el mismo modus operandi de Achá; utilizar la fachada de los Derechos Humanos para conseguir financiamiento de los servicios de espionaje estadounidenses y volcarlos hacia una agenda desestabilizadora. El Dr Oliva también ofreció sus servicios a los gobiernos de Hungría e Irlanda por los casos de los terroristas abatidos en el Hotel las Américas. Se subraya que su defensa militante del presidente de UnoAmérica y la relación demostrada de esta organización con Achá y la célula de Rozsa, lo ubican demasiado cerca del proceso separatista que puso a Bolivia al borde de una guerra civil en 2008. Preocupa observar que durante 2013, 4 años después de derrotado el separatismo terrorista en Santa Cruz, Oliva proponga desde una columna de opinión en el periódico La Prensa, una alternativa de “federalismo” a Potosí, con planteos igualmente desestabilizadores hacia el poder central. http://www.laprensa.com.bo/diario/opiniones/columnistas/20131111/en-su-efemeride-departamental-es-o-no-viable-la-propuesta-de-una-potosi_51994_84746.html Esto abre el interrogante acerca de si un hipotético mandato de Oliva en Tarija traería aparejado una renovada estrategia separatista de un agente de los intereses más reaccionarios de Washington en Bolivia. Oliva – Humire Si Oliva quisiera mostrarse como un candidato ajeno a Washington, o peor, a sus servicios de inteligencia, no le resultará nada sencillo explicar su íntima relación con el agente de la CIA boliviano estadounidense Joseph Michael Humire, recientemente desenmascarado en un artículo publicado en el periódico Cambio http://www.cambio.bo/?q=el-cia-boliviano-contra-el-pueblo-de-venezuela Humire fue parte del cuerpo de Marines de los Estados Unidos, en 2006 el gobierno de Evo Morales desarticuló una operación con mucho tufo a separatismo en Santa Cruz en el que uno de sus protagonistas era Humire, quien regresó al país 8 años después con la fachada de enviado especial de un medio de comunicación pro israelí, Fuente Latina, para cubrir el G77. El 12 de abril de 2013 Humire y Oliva coincidieron en Buenos Aires para el 25 aniversario de la Fundación Libertad, otro de los encuentros de la ultraderecha continental. Allí puede vérselos fotografiados juntos, pero la relación supera la identificación con un proyecto político. Es orgánica. Entre las diversas operaciones del agente de la CIA Humire en contra de los países con gobiernos progresistas del continente, figura la publicación de un libro en octubre de 2014 titulado “La estrategia de penetración iraní en América Latina”. En ese texto financiado por la CIA, uno de los capítulos lleva el nombre de “A Bolivian Base for Irans Military Advisors” que en español significa algo así como “Bolivia, una base para los asesores militares iraníes”. El autor de semejante y absurdo panfleto publicado dentro de un texto escrito por la CIA, es increíblemente el candidato a la gobernación de Tarija, Adrián Oliva. Para encontrar esta información sólo es necesario googlearla. Hagalo Ud. mism@. Los insumos para que el candidato Oliva se atreva a escribir 10 páginas, publicadas en Estados Unidos y en inglés, sobre como Bolivia funciona como una base de asesores militares iraníes, sólo pueden provenir de la CIA. Es lo que en la jerga de la información de inteligencia se denominaría “pescado podrido”, sembrado por agentes estadounidenses que operan en Bolivia, en una labor conjunta con quien pretende ganar la gobernación de Tarija. La Gobernación Que Oliva vivió ausentándose de sus obligaciones como representante de Tarija en la Asamblea Plurinacional ha quedado claramente establecido por sus propios compañeros de bancada, quienes lo expulsaron por esa conducta impropia. El problema para el brillante pragmático es que la pérdida de su curul le impide seguir recaudando bajo la fachada de presidente de la ya mencionada Alianza Parlamentaria Democrática de América. Paradójicamente, cuando el Movimiento al Socialismo implementó la dudosa estrategia de sumar a figuras de la derecha durante la última campaña presidencial, a Oliva se le encendió una vez más la lamparita y ante el abandono de todos sus antiguos aliados neoliberales, se ofreció como candidato del MAS ante connotados operadores políticos del partido oficialista. Su plan podría obedecer a dos objetivos, o bien una orden de la embajada para intentar infiltrar al partido gobernante, o más probablemente otra muestra de pragmatismo a ultranza y desesperación política para conseguir una plataforma partidaria que le permita acceder a puestos de poder. Su solicitud fue evaluada por las más altas autoridades del gobierno nacional y se tomó la decisión de rechazarlo. Oliva necesita ahora algún cargo desde donde poder continuar asegurándole a los sectores más reaccionarios de Washington que es él la figura que puede consolidarse como una verdadera oposición a Evo Morales, si no lo logra, perderá los favores ($) de los servicios de inteligencia de la principal potencia mundial. El pescado podrido en este caso, lo han comprado los compañeros de la Unidad Departamental Autonomista (UD – A) que probablemente inspirados en un sensato deseo de construir una oposición seria a Evo Morales, han aceptado a Oliva de candidato; un político joven y talentoso, con mucha experiencia, pero que lamentablemente corrupto y portador de un currículum en el que ha demostrado de manera reiterada no cumplir con sus compromisos adquiridos. Sus relaciones más que documentadas en este artículo, evidencian que sus compromisos no son con Tarija sino más bien con Washington, o con Langley para ser más precisos, el pequeño pueblo del Estado de Virginia donde funciona la sede principal de la CIA. Adrián fue entrenado para ser uno de ellos y como puede observarse de eso ejerce, esa es su verdadera y única bancada.