jueves, 22 de julio de 2010

Otra declaración impresentable


Me levanto sorprendido con el titular del matutino Clarín de hoy: “Advertencia de EE.UU. a Chávez por el control de Globovisión”
Más abajo una foto de Guillermo Zuloaga adornada con el siguiente pié: “ENEMIGO. EL PRESIDENTE DE GLOBOVISION, GUILLERMO ZULOAGA, ESTA EN EE.UU. Y DENUNCIA QUE CHAVEZ LO PERSIGUE.”
Más abajo el primer párrafo de la información: “El gobierno de Estados Unidos anunció ayer que observará “cuidadosamente” el caso del canal privado venezolano Globovisión, tras el anuncio del presidente Hugo Chávez de que asumirá casi la mitad de sus acciones, mientras la cadena, la única crítica al gobierno chavista, volvió a rechazar cualquier intento de cambiar su línea editorial.”
Clarín se confundió una vez más, Globovisión no es “crítica”, es opositora. Lo prueba su participación en el golpe del 2002 y su amplia trayectoria desestabilizadora.
Claro, si admitieran esto, deberían admitir que ellos son opositores al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, y que por lo tanto el periodismo independiente del que tanto se valen para hacer política es sólo un concepto falso.
Zuloaga denuncia que Chávez lo “persigue”, algún funcionario del gobierno bolivariano debería denunciar que Globovisión persigue a la revolución bolivariana. Claro, no es lo mismo el poder del Estado que el de un medio de comunicación, pero en todo caso el poder de un medio televisivo también es enorme y Globovisión persigue a la revolución mucho antes de conocerse cualquier tipo de medida en su contra.
Sobre Estados Unidos, ya es hora de que alguien se preocupe por la censura que se aplica en torno a sus guerras de ocupación. Durante 2010 murieron 249 soldados estadounidenses en Afganistán. ¿Ud. vió una foto de eso en algún medio de comunicación?
Eso es censura y debiera preocuparnos a todos, pero estamos mucho más preocupados por Globovisión. Impresentable.

jueves, 15 de julio de 2010

La Guerra Fría necesita un nuevo nombre



La historia debería ir buscándole un nombre a la post guerra fría, porque ahora no hay dos bloques que luchen por la hegemonía mundial, pero sí hay uno -que obviamente es Washington- que sigue desestabilizando a cualquier gobierno contrario a sus intereses con el objetivo de perpetuar su dominio mundial.
En tal sentido y en lo que respecta a América Latina, las noticias de las últimas semanas son bastante preocupantes; en Venezuela detuvieron a un terrorista salvadoreño (Francisco Chávez Abarca) con intenciones de realizar atentados para afectar el proceso democrático de ese país.
El susodicho es un terrorista que por donde se lo mire, aparece conectado con los servicios de inteligencia estadounidenses. Pocos días después surge la ligazón del terrorista con un ultraderechista venezolano (Alejandro Peña Esclusa) disfrazado de líder opositor y analista mediático -este a su vez muy cercano a un carapintada argentino y a la célula terrorista que planeaba hacer en Bolivia lo mismo que el terrorista salvadoreño soñaba para Venezuela-.
La conclusión es obvia, todos estos intentos marginales pero muy peligrosos que apuntan a destruir los procesos de cambio que se viven en América Latina, tienen que contar obligadamente con el financiamiento -o por lo menos con el aval- de los servicios de inteligencia estadounidenses, y todo esto ocurre muy lejos de la guerra fría que teóricamente debió terminar hace 20 años.
Además nos enteramos esta semana que organismos como la USAID, que está siendo denunciado por injerencia política en Bolivia, aparece ahora financiando a periodistas opositores a Hugo Chávez por un monto de 4 millones de dólares.
El presidente venezolano advirtió que si Washington insiste en subvencionar a grupos opositores, podría impedir el ingreso del nuevo embajador estadounidense, con lo que se verían aún más deterioradas unas relaciones que no logran normalizarse.
En medio de todo esto reapareció Fidel y los contrarrevolucionarios están como locos, las cadenas internacionales como CNN reproducen las matrices de opinión de los medios de Miami financiados por la CIA.
Una periodista de Univisión –cadena aliada a CNN- recogió en Miami las impresiones de los cubanos ante la entrevista a Fidel.
Allí en realidad lo que se observa es la opinión del director de Radio Mambí y de una de sus conductoras estrellas, descriptos oportunamente por el prestigioso investigador Jean-Guy Allard como “el ultraderechista Silvio Armando Perez Roura y la locutora batistiana Ninoska Lucrecia Pérez Castellón, esposa del terrorista Roberto Martín Pérez.”
Por supuesto que Univisión y CNN nunca nos informa nada sobre el perfil político de los entrevistados, quienes cuentan entre sus mayores logros periodísticos haber entrevistado a Luis Posada Carriles.
Este caso de CNN es sólo una muestra más de un ejercicio político-mediático y cultural que evidentemente está totalmente de acuerdo en legitimar las políticas ultraderechistas y desestabilizadoras –por no decir terroristas- que impulsan los sectores más reaccionarios de la inteligencia estadounidense y la de sus mercenarios locales.
Todo esto nos va a remitir una vez más a los tiempos de la guerra fría, que pese a todo y como lo evidencian estos hechos está vivita y coleando.

jueves, 8 de julio de 2010

Mini lectura política sobre García Linera


La presentación del libro La potencia plebeya el pasado miércoles por la noche en La Paz, fue la excusa perfecta para conocer el pensamiento de su autor, el vicepresidente Álvaro García Linera, sobre los conflictos a los que se enfrenta Bolivia durante este 2010.
Muy resumidamente, porque el tema da mucha tela para cortar, Linera, uno de los intelectuales más destacados del país, evalúa un cambio sustancial en lo que tiene que ver con los movimientos sociales durante este año.
Según su interpretación, el proceso boliviano está inmerso en una nueva etapa en la que algunos movimientos sociales han dejado de movilizarse en torno a un bien común y ahora lo hacen en virtud de reclamos particulares, por lo que en este 2010 y a contrapelo con lo que había ocurrido desde inicios de siglo hasta el año pasado, el principal representante de los intereses de la mayoría es el Estado.
El vicepresidente se mostró ilusionado ante la posibilidad de que los sectores sociales que ahora persiguen intereses particulares puedan volver a movilizarse en torno a la defensa de un bien común.
Este análisis hecho público en la noche de ayer, nos ayuda a entender muchos de los acontecimientos ocurridos este año en Bolivia, en el que el gobierno no ha mostrado tanta disposición al diálogo como en etapas pasadas.
Interpreto también que más allá de la confianza del vice en asistir a un nuevo cambio de eje en la posición de estos sectores sociales, tiene que existir cierto -o un gran desencanto- con aquellas organizaciones que antes apoyaron incondicionalmente al proceso de cambio y ahora muestran reclamos puntuales que a nivel general, durante este año han causado inconvenientes de consideración a la gestión del gobierno.
Si hacemos un análisis general del proceso boliviano, quienes nos identificamos con principios progresistas coincidiremos en la necesidad de defenderlo ante las amenazas de los muchos que añoran su fin o su caída.
Pero esto es tan cierto, como que aquellos sectores que han estado históricamente marginados, están en todo su derecho de hacerse escuchar y llevar adelante sus reclamos particulares ante las autoridades, sobre todo en un marco político en el que el gobierno de Evo Morales y García Linera ostenta hegemonía ante una derecha golpista que fue derrotada estrepitosamente y no ofrece señales palpables de recuperación.

jueves, 1 de julio de 2010

¿Todos son de la USAID?


El caso de infiltración de la United States Agency for Internacional Development (USAID) en las organizaciones sociales bolivianas puede analizarse desde diferentes perspectivas. Que la USAID es un instrumento utilizado para operar políticamente en todos los países está fuera de discusión, que la CIA está detrás de muchas de sus operaciones también está demostrado a sobremanera.
Otro punto que hay que destacar es que para los países de más bajos recursos librarse de “agencias de cooperación” como estas no es nada simple, en la USAID no son tontos y los proyectos utilizados como tapadera para realizar labores de inteligencia o desestabilización son millonarios, tienen una importante inserción social y terminan generando dependencia en el marco de estados empobrecidos.
Ahora bien, el gobierno de Evo Morales ha incluido en la lista de organizaciones financiadas por la USAID, y que por lo tanto manejan una agenda desestabilizadora, a entidades que 2 años atrás se han jugado su pellejo por el proceso de cambio.
Esto complica la situación, porque identificar a la derecha golpista con una política subversiva impulsada por Washington es simple, pero hacerlo con sectores que hasta hace muy poco se enfrentaron físicamente a la derecha que intento dar un golpe de estado, es más complejo -y las pruebas no han sido contundentes-.
En la ida y vuelta de estas acusaciones hubo un caso que me pareció emblemático, el periódico estatal Cambio publicó una caricatura que ligaba a la USAID con dos de las organizaciones que siempre defendieron al proceso de cambio pero que ahora tienen reclamos puntuales.
Pocos días después el periódico pidió disculpas públicamente mediante una sub editorial, destacando justamente que esas organizaciones tienen una tradición bien ganada como defensoras de los derechos de las mayorías.
La contradicción es evidente y no proviene del delirio de un caricaturista, sino de la interpretación coherente de los dichos de las principales autoridades gubernamentales.
Todas estas denuncias deben manejarse con mucho cuidado, pues de otra manera puede caerse en viejos vicios que ya hemos visto dentro de otros procesos revolucionarios y que pueden llevarnos a condenar cualquier crítica, provenga de donde provenga, bajo el argumento de que ese cuestionamiento o reclamo responde a intereses imperialistas, cosa que no siempre es verdad.