sábado, 29 de agosto de 2009

La llave mágica del pueblo colombiano


Divide y reinarás, es un dicho más viejo que Matusalén, que no sé cuántos años tendrá, pero deben ser un montón.Es lo que hace Estados Unidos desde que se decidió a ser imperio hace más de 100 años.Y lo hacen en todo el mundo, hoy en Europa Oriental para debilitar a Rusia, en Oriente Medio para destruir a los árabes, en Irak para que se maten entre ellos y poder dominarlos.

En China apoyando a los tibetanos y en Somalia atizando una guerra civil desde hace casi 20 años.En América Latina es lo mismo. Washington tiene un alfil de lujo, Álvaro Uribe, y con el mandatario colombiano juegan a quebrar la unidad regional. Si uno mira los últimos 10 años, la influencia de Washington ha retrocedido enormemente. El ALCA, que mandaría tranquilamente si fueran los noventa, ni siquiera existe.

Entre los ‘60 y los ‘90, Estados Unidos tenía un dolor de muelas. Cuba. De 2000 para acá, tiene a Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. En un escalón más abajo aparecen Paraguay, Argentina, Brasil, Uruguay. En definitiva, Estados Unidos ya no puede hacer lo que le dé la gana; no querían levantar la sanción contra Cuba en la OEA y debieron hacerlo.

Pero, ojo que Washington no descansa, golpe de Estado en Honduras y bases militares en Colombia. Ante la transmisión de ayer desde Bariloche, se me ocurrió imaginar qué estarían pensando en Washington al verla.

Creo que deben disfrutar, ellos ordenan mover a su alfil y la región se sobresalta, deben convocar a una reunión extraordinaria para tratar el tema y afloran diferencias de conceptos. La declaración final no incluye una condena expresa a la instalación de las bases y el referendo promovido por Bolivia no es tomado en cuenta. Los militares estadounidenses estarán en Colombia (tal como están en otros 40 países), la Unasur no puede evitarlo.

Claro que esto ahora se discute, entre los presidentes y entre los pueblos. Hace 10 años nada de esto hubiera ocurrido, simplemente porque todos los presidentes hubieran estado de acuerdo.¿Cuál debe ser la solución? Se me ocurre pensarla a partir de algo simple e hipercomplejo a la vez. Cuando los colombianos dejen de votar a gobernantes de ultraderecha, la instalación de bases como éstas será impensable.

La llave mágica la tiene entonces el propio pueblo colombiano, nadie más.

2 comentarios:

Jandro Navarro Zafra dijo...

Andrés:

Soy pertinazmente pesimista respecto del pueblo colombiano. Por lo tanto, propongo pensar SURAMERICANAMENTE en adelante. Enfoquémonos en las zonas por ti mencionadas para acelerar en ellas su liberación.

Respecto de UNASUR en Bariloche, reconozco los avances señalados por Sallari. Mas sin embargo (como diría el cantante) quiero recordar que Fidel -único Comandante con toda grandeza según tengo entendido- en su Reflexión de la víspera a aquel encuentro comienza aclarando que va a hablar a los pueblos y no a sus gobernantes. LO recuerdo digo, porque esos gobernantes, en Argentina, me decepcionaron.... En fin. Pesimista con la razón, optimista con la voluntad.

Saludos suramericanos,


Jandro Navarro Zafra

Anónimo dijo...

Compa,

Presencia de militares norteamericanos hay en Colombia, mi país de origen, desde los años 40 cuando se llevó a cabo el primer no denominado en su época plan Colombia, con el fin de perseguir a los liberales que se desplazaban hacia el sur del país, huyendo de una represión conservadora armada.

Actualmente la situación no ha cambiado mucho, más cuando tenemos un presidente que bajo el sofisma de la "seguridad democrática", tapete bajo el cual se barre toda la corrupción y fracasos a nivel social, tiene ensimismado al pueblo colombiano, que más que pensar en su bienestar social, cree aún que el principal problema de Colombia son las FARC, dada la violencia de sus actos, que dejaron una herida muy profunda en el pueblo colombiano. Tanto es así que los aún más violentos genocidios llevados a cabo por grupos paramilitares y por fuerzas oscuras o brazos armados del gobierno han pasado a un segundo plano, dada la insistente ayuda mediática que apoya incondicionalmente el gobierno actual.

Los niveles de abuso de autoridad han sobrepasado los límites de la libertad de expresión y de decisión, y en nuestros días el que no está con Uribe es considerado terrorista o guerrillero, desafortunadamente.

Seguramente muy grandes serán los compromisos adquiridos con los Estados Unidos para seguir abriendo el país a las tropas norteamericanas, que más que buscar la paz, buscan apropiarse de nuestro recursos naturales y pretenden ejercer el control sobre nuestra ya perdida autonomía nacional.

Bien me gustaría dejar mi nombre en este corto comentario, pero en los tiempos actuales cualquier acto o manifiesto en contra de Uribe puede ser motivo de persecución. Sin embargo, te recuerdo con gran aprecio desde que nos conocimos en México D.F.

Saludos