La Península de Corea vive semanas de alta tensión política y militar por el despliegue de tropas surcoreanas y estadounidenses. Corea del Norte denuncia preparativos para una invasión en su contra.
Las fricciones han ido en aumento desde la asunción del presidente surcoreano, Lee Myung-bak, quien a fines de 2007 ganó las elecciones y rompió con 10 años de gobiernos progresistas en su país.
El martes, Corea del Norte denunció la grave amenaza que entrañan las maniobras militares Key Resolve y Foal Eagle, que llevarán a cabo fuerzas estadounidenses y surcoreanas del 9 al 20 de marzo, informó Prensa Latina.
Estados Unidos tiene 25 mil soldados desplegados en la zona. El diario oficial norcoreano, Minju Joson, denunció que el país norteamericano está impulsando al ejército surcoreano para que se enfrente militarmente a Corea del Norte.
Corea se dividió en dos tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial y la rendición del imperio japonés, que mantenía el territorio ocupado. La guerra que estableció la creación de dos países se produjo entre 1950 y 1953 (hubo entre 2 y 4 millones de muertos).
La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) se declaró comunista, su capital es Pyongyang. La República de Corea (Corea del Sur) se alineó con el capitalismo, su capital es Seúl. EEUU intervino militarmente a favor del sur y, una vez terminada la conflagración, estableció bases permanentes ocupadas hasta la actualidad.
En enero de este año, Pyongyang anunció la anulación de todos sus acuerdos políticos y militares con Seúl.
Ante las anunciadas maniobras militares conjuntas (en las que también tomará parte un portaaviones de propulsión nuclear), Minju Joson publicó que "no pueden ocultar el hecho de que el verdadero objetivo de este ruido de sables es desatar una guerra de agresión contra la República Popular Democrática de Corea (RPDC), mediante la escalada de la tensión hasta una fase extrema".
Desde las páginas del diario, los norcoreanos pudieron leer que "las fuerzas armadas de la RPDC están en completa disposición combativa para desbaratar resueltamente cualquier provocación enemiga que pretenda dañar la dignidad y la seguridad del país, si las fuerzas estadounidenses y surcoreanas osaran tocar incluso una brizna de hierba de la RPDC, no escaparán a los golpes de respuesta de Corea Democrática".
Días antes, el diario Rodong Sinmun (del Partido del Trabajo de Corea del Norte) había publicado: "Si los belicistas norteamericanos siguen actuando así, la situación en la península coreana llegará a un desenlace imprevisible y Estados Unidos tendrá que asumir la total responsabilidad por ello".
Representantes de Corea del Norte y Estados Unidos se reunieron el lunes en un zona de distensión ubicada en la frontera de las dos Coreas (paralelo 38) para intentar bajar la conflictividad. Un encuentro de esas características no se producía desde 2002.
Según las agencias internacionales y la mayoría de los medios masivos de comunicación occidentales, la responsabilidad sobre la escalada de tensión en la región la tiene Corea del Norte por anunciar el lanzamiento de un satélite (Corea del Sur considera que este lanzamiento encubre una prueba militar).
El ministro de Unificación de Corea del Sur, Hyun In-taek, declaró ayer que no había señales de que Corea del Norte esté en condiciones de lanzar el satélite. La agencia Reuters publicó que Corea del Sur recibe informes de inteligencia estadounidenses que documentan las afirmaciones del ministro surcoreano.
Cabe destacar que Corea del Norte fue incluida en la lista de países que conformaban el "eje del mal", según la definición que el ex presidente George W. Bush inauguró en febrero de 2002.
Uno de los principales asesores de Bush en materia internacional, Richard Perle, era uno de los funcionarios que abogaba por el bombardeo de las instalaciones nucleares de Corea del Norte.
El martes aterrizó en China Stephen Bosworth, enviado de Estados Unidos para tratar la situación de Corea del Norte. De esa manera inició una gira asiática con el objetivo de organizar el desarme nuclear de Corea del Norte y detener la puesta en órbita del satélite.
En febrero de 2007 se había logrado un acuerdo a seis partes (las dos Coreas, EEUU, Rusia, Japón y China) para frenar el programa nuclear norcoreano a cambio de ayuda económica. Tras este acuerdo la tensión había disminuido, pero dos años más tarde y con un Presidente surcoreano abiertamente anticomunista el conflicto ha resucitado.
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