domingo, 8 de febrero de 2009

Una pregunta más


En febrero de 2005, George W. Bush, creó la Dirección Nacional de Inteligencia (ODNI), ideada para controlar y coordinar el trabajo de las 16 agencias de inteligencia estadounidenses. 21 meses más tarde, el ex mandatario norteamericano ordenó la creación de una dependencia de la ODNI para recabar y procesar información sobre Cuba y Venezuela (para conspirar contra sus gobiernos pues).
El pasado 9 de enero en San Juan de Puerto Rico, los principales dirigentes de la oposición venezolana (entre los que se encontraba el director de l principal canal privado de noticias, Alberto Federico Ravell), se reunieron diplomáticos estadounidenses y agentes de la ODNI, para organizar la campaña en contra de la enmienda constitucional que el pueblo venezolano votará el próximo domingo.
La semana pasada se conoció parte del contenido de esa reunión, y me parece conveniente repasar algunos de los conceptos vertidos allí por Peter Kliber, asesor en comunicación de la ODNI. Veamos.
"Hemos propuesto una serie de estrategias, que ya Ravell ha venido impulsando no desde ahora, sino que en las anteriores elecciones dieron resultados. Por ejemplo hay que buscar casos que le lleguen con facilidad a la gente, donde quede demostrado el fracaso de Chávez. En particular se pueden detectar y difundir problemas de inseguridad, fallas en los servicios, lo caro de la comida. Con estos datos y sucesos, montar piezas publicitarias agresivas. Aquí no se trata de razones sino de emociones. También recomendamos realizar con los creativos líneas propagandísticas que denoten como la enmienda amenaza las oportunidades para los jóvenes. No hay tiempo para discursos enredados, hay que ir directamente al hecho concreto y montar una simbología, un mensaje de cuestionamiento a la enmienda y por supuesto al presidente."
"No hay que caer en la trampa de estar discutiendo con Chávez los elementos jurídicos donde él tiene ventajas o fortalezas como es el caso de la profundización de la democracia a través de la libre postulación, hay que descalificar esto y seguir insistiendo en su intención de perpetuarse en el poder."
Fuera de la obscena injerencia que implica que agentes de inteligencia estadounidenses organicen campañas políticas contra nuestros procesos de cambio (con la siempre activa complicidad de colaboracionistas locales), uno de los dilemas que cabe en este momento, es dilucidar qué hará la administración de Obama ante estos hechos. Algunas preguntas planteba Fidel Castro y ustedes pudieron leerlas en nuestra edición de ayer. Me permitiría una pregunta más: ¿entre los proyectos de Obama estará clausurar la oficina especial de la ODNI para Venezuela y Cuba? Cuesta creer que esto vaya a ocurrir si tenemos en cuenta, por ejemplo, que el nuevo director de la CIA, Leon Panetta, quien era un fuerte crítico de las torturas realizadas por dicho organismo, borró sus propias denuncias ante el Senado, en un intento de lavar la imagen del cuestionadísimo organismo de inteligencia. Sospecho que el sistema es más fuerte que Obama, las operaciones encubiertas y la injerencia continuarán.

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